«La cámara no hace al fotógrafo»
¿Cuántas veces habremos escuchado esta frase? Los que somos aficionados y/o profesionales de la fotografÃa la conocemos bien: puedes tener la mejor máquina entre tus manos que, si no estás en el momento con el ojo adecuado, nunca vas a sacar esa foto que impresione y de la cual puedes decir «Oye, esta foto me gusta». Y estoy diciendo momento y ojo adecuado porque, aunque a mucho no les guste leerlo, hay gente que aunque tenga una gran cámara, se sepa la técnica a la perfección y lleve años dedicándose a ella no es capaz de sacar fotos que transmitan.
Una foto que transmita. Qué frase más simple y más complicada a la vez. En mis años de fotógrafo aficionado (con algún que otro escarceo en el terreno profesional) no creo haber realizado más de 10 fotos que cumplan al pie de la letra esa frase. Y creo que 10 ya es un número demasiado alto. Algunos dirán que soy demasiado crÃtico conmigo mismo (que puede ser), y otros comentarán que estoy siendo algo cÃnico (igual también), pero lo cierto es que es asà como lo creo. Sin embargo, este fin de semana saqué una instantánea que creo que puedo añadir a ese «grupo selecto» de fotos tiradas por mà que transmiten algo. A continuación la podéis ver.