El pasado dÃa de difuntos (1 de noviembre para los no católicos) a mi señor padre le dio por querer ir a fotografiar el Cementerio de San Mauro, uno de los cementerios de la ciudad de Pontevedra y que seguramente estarÃa muy bonito después de la festividad. Salió un dÃa algo gris pero apropiado para sacar fotos asà que fuimos armados con nuestras DSLR a inmortalizar lo que ya está muerto.
Cual fue nuestra sorpresa que en el momento de irnos apareció un empleado público del cementerio y nos llamó la atención de que no se podÃan sacar fotos debido a que era un recinto «privado». Curiosamente, el funcionario llevaba una cámara al cuello pero nos comentó que él podÃa al ser empleado y que si no éramos prensa tenÃamos que dejar de sacar fotografÃas.